Felip V, rei d'Espanya de 1700 a 1746 |
«... sucumbe y tolera aun lo indevido, ó por la licenciosa libertad del oficial y soldado, ó por no exponerse
á contienda que cederia en mal suyo o ruina de su familia, ó por ser parvedades
que juntas forman considerable suma; añadiendose á este gravamen y menoscabo el
inevitable en los hurtos rateros que dentro de las casas cometen...».
Igualment, el capellà denunciava els abusos sexuals que patien les dones per part de la milícia i que, tristament, es veien obligades a ocultar:
«... Esto que por lo durable es infinito, es nada en comparación del
espiritual daño que ocasionan, pues, domesticados é internados en las casas, en
algunas mugeres por pobreza, en otras por la continuacion y trato (siendo la
villa toda de labradores continuos en el campo), en otras por no poder
resistirse a la fuerza ni gritarla por no exponerse a la duda, censura y mala
fama, ni querer perder á su padre ó marido, (...) se hazen a Dios tales y
tantas ofensas que, no digo á los confesionarios, al pueblo salen muchas veces. Se conoce acá y se habla del remedio sin
efecto...».
Com a solució a les circumstàncies exposades, mossén Salelles sol·licitava al comte que instara al Govern perquè:
«... sin replica, ni mora (...) fabrique una Casa quartel bien capaz en el
patio y distrito que hay desde casa de Pasqual Gisbert asta la esquina y calle
de Santa Ana, puesto sano, ayroso y vistoso (...) y junto al monte de Santa Ana
donde es menor el coste de la piedra; la arena está muy cerca, y la cal poco
costosa...».
També hi ha als arxius documents en què es denuncien abusos sexuals i violacions a Oliva durant la Guerra de Successió a principis del Set-cents. En aquest cas, van ser les tropes franceses, aliades del bàndol filipista, les que protagonitzaren els execrables successos, però aquest assumpte el tractarem en una altra ocasió.
Font: Carta de Francesc Salelles al comte
d'Oliva, Arxiu Històric de la Noblesa, Osuna,
CT. 161, D. 38.
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